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conciencia

¿Realmente se muere con la «Muerte»?

La Conciencia no es un estado en particular, sino una misma realidad existencial

Los abuelos solían tener esa sabiduría connatural aquilatada con la experiencia de la vida y eran tiempos en que los más jóvenes solían visitarlos, hablar con ellos y sobre todo preguntarles sobre aquellas cuestiones que eran cotidianas.

Ahora, los ancianos terminan sus días recluidos, en soledad, los que siguen no tienen interés en su conversación y así se apagan lentamente verdaderos faros de conocimiento.

Entre las cuestiones que los mayores solían discernir estaba aquella de la muerte, y para algunos de ellos, paradójicamente, la proximidad del final sobre esta Tierra no parecía contener sentimientos encontrados ni traumáticos, por el contrario, hablaban del “descanso”, casi en tono de deseo por partir.

Ellos expresaban que cada quien elige su forma de vivir, para decir que la manera en que se vive es la determina cómo se muere. Luego, ¿qué ocurre luego de la muerte?

La influencia del catolicismo formó la idea unitaria de un paso hacia un sitio de premios o castigos, según también el modo de obrar, pero, ¿todo termina allí?

Para esa generación sí, pero para los descendientes de aquella generación el planteo se hace más diverso: ¿Es posible que únicamente se “vivan” ochenta años –promedio-, veinte, cincuenta, o lo que sea, y nada más? ¿Y solamente esos pocos años determinen una eternidad de felicidad o dolor?

Un análisis más refinado no resiste esta hipótesis, menos cuando la humanidad evolucionó en el conocimiento de los alcances de su Conciencia y es un hecho asumido de que el Ser es mucho más que este paso fugaz por esta realidad de tres dimensiones.

Las ancestrales preguntas: ¿de dónde venimos?, ¿qué hacemos?, ¿hacia dónde vamos? tienen respuestas que superan el universo bíblico de los entendidos o la razón del UNO de Hegel, para tomar estado popular, si se acepta el término.

La Conciencia no es un estado en particular, sino una misma realidad existencial desde el principio hasta la eternidad, “desde su momento de exteriorización, desde su primera encarnación hasta la última”.

Es por eso que no se puede decir que el hombre muera, o que el hombre tiene una conciencia diferente durante su vida y durante su muerte, ya que es exactamente la misma conciencia, sólo que encontrándose al nivel de iniciación que ha adquirido.

E incluso si uno no cree en la muerte y que uno se dice que es simplemente el pasaje del mundo material al mundo espiritual, incluso eso es falso. Porque la muerte ni siquiera es un pasaje.

Simplemente hay un momento en que uno lleva un traje de materia y un momento en que uno se lo quita. La muerte no es un pasaje porque en realidad ese pasaje existe también en cualquier momento de la vida.

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