conciencia
¡Sálvate a Ti mismo! Depende sólo de Ti.
Asumir es libertad es comprender también que los recursos de la mente son ilimitados
La historia del hombre está signada por su tendencia hacia la salvación eterna, no importa el credo, el resultado apunta siempre hacia la misma conclusión, trasponer la barrera de la tercera dimensión y reencontrarse con el Uno, con la divinidad.
Esta inspiración que es innata en el hombre, sin embargo, no puede ser una obra particular sino colectiva; para decirlo mejor, nadie se salva en unidad (léase soledad), sino en unidad comunitaria, vale decir que lo que cada uno haga por sí, debe ser benéfico para todos, caso contrario se caería en un egoísmo absoluto que representa la negación del Todo, y ni siquiera Dios es así.
Allí radica el germen de la condenación, para decirlo en términos populares.
Pues bien, entonces ¿dónde encontrar la herramienta que permita a la vez que un crecimiento individual de la conciencia también una participación comunitaria? En la búsqueda interior, en los pensamientos que tenemos y las palabras que decimos que están continuamente formando nuestro mundo y nuestras experiencias.
Porque los pensamientos “son la causa primera de todas las cosas” Cuando mantienes un pensamiento durante un tiempo, éste se transmite al Universo y éste responderá a tu canto.
Así, con cada pensamiento vas creando tu futuro en un trabajo paciente y constante, porque el cerebro reacciona a los estímulos y en más de una ocasión te sentirás tentado de enviar un mensaje negativo, de pensar algo negativo, entonces allí juega su espacio la voluntad de cambiar ese pensamiento negativo por uno compasivo y amable.
Este es el inicio de un camino largo y sinuoso porque tú avanzas con la vida.
El Maestro Aristóteles decía que el fin último del hombre es alcanzar la felicidad, y ésta jamás vendrá del exterior sino que se formará sobre las ideas que tenemos de nosotros mismos y de la vida que queremos.
Somos los autores de nuestro propio destino.
En fin, Tú eres el único capaz de cambiar tu vida, de rectificar tu existencia. A diferencia de los irracionales que están condicionados a seguir su instinto de por vida, el hombre puede torcer el rumbo de su historia mediante sus pensamientos.
Pero para eso hay que apelar al desapego, es decir, liberarse del pasado y asumir el presente en auténtica libertad.
Asumir es libertad es comprender también que los recursos de la mente son ilimitados, que vivimos en la abundancia de la Creación.
Por eso hay que profundizar en el conocimiento personal, controlando y eliminando los miedos, reencontrándose con el Amor del Universo y desplegándolo desde uno, hacia uno, y luego al entorno.
Depende sólo de Ti.
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