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conciencia

“¿En qué creen los que no creen?” un libro de Eco y Martini

¿Es acaso la fe en un Dios el requisito indispensable para la salvación del alma?

¿Es acaso la fe en un Dios el requisito indispensable para la salvación del alma?, O, ¿puede el hombre alcanzar los fines supremos del espíritu mediante la elevación de su conciencia? Son apenas breves interrogantes que este libro propone.

Un diálogo entre el escritor Umberto Eco y el ya fallecido Cardenal, Carlo María Martini, un jesuita que estuvo entre los “papables”, no siempre bien considerado por la ortodoxia católico a causa de sus “desenfadados” pensamientos, donde la cuestión de creer o no se relaciona inmediatamente con la Esperanza y en niveles de humanidad, con el final de los tiempos.

Ese concepto de Esperanza –según Martini- es el hilván entre creyentes y no creyentes, ya que al fin de cuentas será tangible para quienes, desde ambos campos, se esfuerzan por crear un mundo mejor, actuando de manera responsable con su entorno.

Si la Esperanza es entonces vida, ¿qué ocurre con el aborto? Para Eco la vida es un milagro que no debe ser interrumpida, mas ese criterio no sería posible de imponer, ni siquiera legalmente, sino dejado al criterio y responsabilidad de la conciencia de la madre.

El centro de la polémica entre Eco y Martini se profundiza con la opinión de otros filósofos y periodistas reconocidos que debaten sobre La decadencia de la Civilización occidental, paradójicamente, cuando parece alcanzar cumbres de progreso.

Plan Divino y ética, ¿los actos de bondad suponen la negación misma de Dios porque “es una naturaleza inferior” que permite la maldad? Una polémica afirmación que encuentra devolución en otra concepción que niega que el Absoluto pueda fundar en la práctica una ética autónoma.

Al fin, bastaría nada más que la pertenencia a la especie humana y su deseo de preservación frente al egoísmo para generar una lucha de la que nace el impulso ético laico que constituye la base del progreso.

Apatía y relativismo, ciega confianza en la tecnología, factores que favorecen la presencia del Mal, contradictoriamente, cuando la ciencia promete la felicidad suma.

Todas preguntas sin una respuesta contundente, porque al fin, esas respuestas están en el interior de cada uno…, donde al fin de cuentas, “en muchas ocasiones es de más utilidad la pregunta que la respuesta, el camino que la conclusión final.”

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