ciencia
‘Perspectivas desde el Mundo Real’ de G. Gurdjieff, parte 1 de 7
Recopilación hecha por algunos de sus discípulos que participaron de su Instituto
Recopilación hecha por algunos de sus discípulos que participaron de su Instituto y especialmente de la serie de conferencias dadas en diversas ciudades del mundo entre 1918 y 1930: Conversaciones en Moscú, Essentuki, Tiflis, Berlín, Londres, París, Nueva York y Chicago, según fueron recordadas por sus alumnos
Dado lo amplio pero a la vez profundo del material, se desarrollan a continuación en distintos post cada serie de conferencias, tal como el participante que redactó cada capítulo lo percibió y por ende así lo transmitió.
Gurdjieff ha llegado a ser muy conocido como pionero de la nueva corriente de pensamiento sobre la situación del hombre, tal como siempre fue impartida a través de las épocas en momentos de transición en la historia de la humanidad.
Un cuarto de siglo después de su muerte, su nombre ha emergido de un cúmulo de rumores y hoy se le reconoce como una gran fuerza espiritual, un hombre que vio claramente la dirección que está tomando la civilización moderna y que se puso a trabajar detrás del escenario para preparar gente en Occidente que descubriese por sí misma, y con el tiempo difundiese entre el género humano, la certidumbre de que Ser es la única realidad indestructible.
¿En qué consiste su enseñanza? ¿Es inteligible para todo el mundo? Él mostró que la evolución del hombre —un tema prominente en el pensamiento científico de su juventud— no puede abordarse a través de las influencias de masas, sino que es el resultado del crecimiento interior individual; que tal apertura interior es la meta de todas las religiones, de todos los Caminos, pero que requiere un conocimiento directo y preciso de los cambios en la calidad de la conciencia interior de cada hombre; un conocimiento que se conservaba en los lugares que él había visitado, pero que sólo se puede adquirir con la ayuda de un guía con experiencia y a través de un prolongado estudio de sí y «un trabajo sobre sí mismo».
Por medio del orden de sus ideas y los ejercicios que él cambiaba a menudo, la comprensión de todos los que se le acercaron se abrió a una nueva impresión: la de la más completa insatisfacción de sí mismos y al mismo tiempo la de la vasta escala de sus posibilidades interiores; de tal manera que ninguno de ellos la pudo olvidar.
Felizmente, algo queda de sus propias palabras y de sus instrucciones directas dadas en conversaciones y conferencias en el Prieuré y mientras viajaba de una ciudad a otra con sus alumnos, a menudo en condiciones difíciles. Estas son las conversaciones contenidas en este libro.
Consisten en notas que han sido reunidas de memoria por algunos de los que escucharon las conversaciones y que luego las transcribieron fielmente. Estas notas fueron atesoradas y protegidas con tal cuidado de cualquier mal uso, que aun el hecho de su existencia sólo se llegó a conocer gradualmente.
Incompletas como son, aun fragmentarias en algunos casos, la colección es una rendición auténtica del enfoque de Gurdjieff al trabajo sobre sí mismo, como fue expresado a sus alumnos en el momento necesario. Más aún, hasta en estas notas tomadas de memoria, lo impactante es que a pesar de la variedad de sus oyentes —algunas veces gente que conocía sus ideas desde mucho tiempo atrás, otras veces gente invitada a conocerlo por primera vez— siempre hay el mismo tono humano de voz, el mismo hombre evocando en cada uno de sus oyentes una respuesta íntima.
Debes iniciar sesión para publicar un comentario Iniciar sesión