conciencia

Nos negamos a un futuro con hambre y sed

Necesitamos cultivar alimentos, sí, pero principalmente amor. El peor enemigo del amor es el miedo. El miedo alimenta el odio, el rencor y, finalmente, produce una negatividad completa. Todos estos sentimientos negativos pueden empeorar por el hambre.

La principal herramienta para resolver esto es expandir la conciencia. Esto es necesario en todos los niveles de la sociedad, pero especialmente en nuestros líderes en todo el mundo. Para resolver nuestros problemas presentes y futuros, necesitamos expandir nuestra conciencia. El poder sin conciencia se convierte en guerra, odio y sufrimiento, y sin una retroalimentación consciente, esto solo aumenta.

La combinación de la tendencia del calentamiento global de nuestra tierra y la injusticia y desigualdad humanas entre sí proporcionan el marco perfecto para el drama.

Nuestro drama social es este: estamos perdiendo el control de nuestra posibilidad de alimentarnos a nosotros mismos y a nuestras familias

Para los líderes, peor, tampoco poder alimentar comunidades y países.

Nos hemos convertido, lenta pero constantemente, en leones sin dientes. Nosotros, como sociedad, hemos trabajado día a día para mejorar las ganancias, corporativas o personales, y con cierta pereza en nuestras partes, otros nos han quitado nuestro propio control de nuestro poder reproductivo. Hasta ahora y sobre las necesidades básicas, no se trata solo de alimentos y medicinas, sino que podría ser peor.

El calentamiento global es un gran problema, pero no el único. Veinticinco años a partir de ahora viviremos en un equilibrio diferente de tierra, mar y agua potable.

¿Qué problema podría ser similar o incluso peor?

Me viene a la mente la pérdida de cantidad, calidad y toma de decisiones sobre los alimentos causada por el uso de semillas híbridas OMG. También se piensa en el uso de alimentos cosechados para la alimentación animal.

En un sentido figurado y en una imagen dramática, ..”nosotros, las personas, estamos aceptando que todos los niños nacidos vivos serán sometidos a una vasectomía forzada y la Madre Tierra quedará esperando mientras que la inseminación artificial es administrada por compañías internacionales por voluntad de los seres humanos”….

El bajo nivel de conciencia de muchos de nuestros líderes económicos, políticos y empresariales está en el centro del problema, no solo del egoísmo y la ambición, sino también de la arrogancia y la innovación deliberada. Debemos detener la disminución de las semillas naturales locales y el material genético en la agricultura.

Debemos buscar un subsidio gubernamental si se requiere para mantener nuestra diversidad natural de semillas. ¿Y nos resistiremos a que la reproducción humana caiga en manos de empresas internacionales fuera del control del público, para controlar el crecimiento de la población y la variabilidad / homogeneidad genética?

Si nosotros, como comunidad humana, incluidos nuestros líderes, no podemos aumentar nuestro nivel de conciencia, las condiciones seguirán siendo las mismas o empeorarán. Nada cambiará si no nos cambiamos a todos. Debemos aumentar la responsabilidad social corporativa con un liderazgo consciente que responsabilice a las empresas y los gobiernos.

Para amortiguar impactos a corto y largo plazo, necesitamos crear una reserva genética animal y vegetal, como un arca de Noé, con «material de biología de supervivencia» en manos de la sociedad, no solo del dominio corporativo (como ya hay datos de que esta ocurriendo en varios lugares, uno de ellos una isla granítica en el Mar del Norte).

En este momento puedo imaginar dos escenarios:

Primero una solución global, con un acuerdo a gran escala, agradable pero difícil.

En segundo lugar, más cerca de nuestras manos, acuerdos regionales o binacionales entre países, con patrones complementarios, de dimensión, fertilidad vegetal y animal, trabajando como banco de semillas, pero no solo criogénicos, reservas pasivas, no, como reservas activas que proporcionan alimentos reales o dos veces al año para nuestra gente, que será gente hambrienta.

Sé que no es un trabajo fácil de hacer; las regulaciones creadas por algunos de los que manejan la comida mundial proporcionarán barreras a nuestro proyecto.

Necesitamos abrir mentes y ojos y mirar más allá de nuestra cultura de consumo y sentir ética, integridad y Dios en nuestro proyecto para los seres humanos en el Universo.

Lo que consideramos posible es lo que define lo que realmente podemos concretar.