conciencia
Al morir, ¿La “conciencia” del individuo continúa?
Tan extenso como la historia de la humanidad es el debate sobre lo que ocurre luego de la muerte…
Tan extenso como la historia de la humanidad es el debate sobre lo que ocurre luego de la muerte biológica de un ser humano. La pregunta que ha atravesado los milenios sigue siendo la misma: ¿qué ocurre más allá?
Un reciente estudio realizado en el Reino Unido, EE.UU. y Austria arroja como resultado que «Hay alguna evidencia de que la conciencia podría continuar después de que se detiene el corazón y el cerebro deja de funcionar».
Así concluyen los científicos luego de estudiar durante cuatro años más de 2.000 casos de infarto cardíaco en 15 hospitales. De los sobrevivientes, el 39 por ciento experimentó algún estado de conciencia. De ellos, casi la mitad dijo haber tenido recuerdos, mientras que un 9 por ciento declaró haber vivido lo que se conoce como una «experiencia cercana a la muerte» (ECM).
De todos los casos, uno en especial alienta el debate: Un paciente dijo haber visto, desde la esquina de la sala de operaciones, los intentos de los médicos por reanimarlo. El relato es consistente con lo que ocurrió en la realidad, pero eso no es lo más sorprendente. «Estuvo consciente -cuenta Parnia- durante un período de tres minutos durante los cuales no había pulso. Esto es paradójico, ya que típicamente el cerebro deja de funcionar entre 20 y 30 segundos después de que se detiene el corazón, y no vuelve a retomar la actividad hasta que el corazón reinicia sus latidos.
» Se pudo determinar que el paciente tenía conciencia en este período crítico porque manifestó haber escuchado dos pitidos de una máquina que emite sonidos cada tres minutos (un aparato que el equipo de investigación utiliza para saber cuánto dura la experiencia de los pacientes).
La prueba, sin embargo, no es definitiva ni definitoria. El debate que separa lo religioso de lo científico continuará hasta que la ciencia pueda verificar lo que la fe informa como veraz: que la vida continúa más allá de la muerte.
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