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‘El atardecer de la vida’ una película de Wayne Dyer

Más que una película es un discurso concentrado de experiencias espirituales

Totalmente desprevenidos entramos en el atardecer de la vida… Lo peor de todo es que nos adentramos en él con la falsa presunción de que nuestras verdades e ideales nos servirán a partir de entonces. Pero no podemos vivir el atardecer de la vida, con el mismo programa que el de la mañana, pues lo que en la mañana era mucho, en el atardecer… Será poco y, lo que en la mañana era verdadero, en la tarde será falso.

Más que una película es un discurso concentrado de experiencias espirituales.

El origen de la vida es el espíritu, desde la concepción y durante los nueves meses de gestación, ese ser lo encuentra todo, sin preocupaciones mayores. Lo tiene todo, porque todo ha sido ya pensado para él. Entonces, ¿por qué no pensar que también para el resto del viaje sea igual? Todo está allí, sólo es cuestión de abrirse y permitir que fluya.

Desde que nace, el hombre echa a Dios para “hacerse cargo” y allí comienza el viaje hacia la ambición. Y si se traza la vida en el tener, cuando lo que se tiene, también desaparece, luego, el hombre lo hace con todo eso.

El desafío de la vida es simplemente, saber escuchar “Y la música, sale sola”. Todo lo que se busque en la vida está allí. Se presentará cuando sea necesario. Se trata de confiar en que todo saldrá a la perfección.

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