El Perdón: conciencia, evolución y madurez del Alma

Una afirmación muy común reza que “Errar es humano y perdonar es Divino”; quienes así repiten, simplemente no comprenden cómo funcionan las leyes cósmicas y que la gran mayoría llaman Leyes divinas.

Es necesario comprender la profundidad que tiene y cómo funciona la “Ley del Perdón”. Porque el perdón está en la base de todo intento de sanar la mente, la conciencia y el corazón.

El perdón es la clave de la liberación espiritual. Es una barrera que debemos cruzar para ser totalmente libres en nuestro interior, pues, sin perdón hay dolor, hay rencor, hay resentimiento, y amargura.

Entender la Ley del Perdón es un trabajo de conciencia hacia nosotros mismos, hacia el prójimo y hacia la Creación, diferentes planos del entendimiento en los cuales se debe comenzar a trabajar con dedicación para alcanzar la tranquilidad del ser.

El primer plano es Perdonarse a sí mismo por situaciones y actitudes cometidas que nos humillan y avergüenzan producto de la misma esencia defectuosa y propensa a fallar que tienen todos los seres humanos. Perdonarse es aceptar con humildad la condición real de ser humano.

Luego, hay que Perdonar a Otros, aunque las heridas duelan mucho. Alguien dijo que “La mejor venganza es el Perdón”, porque la falta de perdón esclaviza, lastima al que no perdona porque lo mantiene amarrado al ofensor. ¡Se libre y perdónalo!

Cualquier mediocre puede ser violento, matar, abusar, o lastimar, pero no cualquiera puede poseer el supremo valor de perdonar. Esto es solo un rasgo de los seres sabios e inteligentes.

El rencor es la inmadurez del Alma, y sin un verdadero Perdón, ese espíritu no evolucionará, porque el Perdón no es algo que hagamos por los demás, sino por nosotros mismos, para liberarnos de las cargas.