ciencia
El Plan Divino en Acción
La Vida, la Mision, la Individualidad de la Tarea en el Nuevo tiempo.
“Los seres vienen de la muerte a la vida y de la vida a la muerte, en un sinfín de tránsitos, mas no son eso, no son muertes y vidas, son mucho más, son una experiencia permanente, dinámica, son un andar continuo; las almas lo van entendiendo, en la medida que sus mentes, sus sentimientos y emociones van quedando de lado, y solo se centran en las tareas encomendadas desde siempre.
La asistencia siempre está, y actúa en forma paralela en otra dimensión a la que vive el ser, por ello negar lo evidente, lo obvio, no otorga ningún tipo de beneficio.
Hoy no gasten más las almas sus energías queriéndose liberar, ya están liberadas, por ello continúen siendo libres, más libres, que ello no redunda en ningún gasto adicional de energías, simplemente es.
El alma mantiene ese estado gracias a un ánimo renovado, que le viene de ese compromiso que renueva cada día con su ser, con lo Femenino Sagrado que nunca la abandona.
El amor de lo Femenino Sagrado le permite al alma afrontar con una energía diferente las dificultades, los cambios, lo inesperado, ya que ese amor es, donde vaya es, así de sencillo es el andar del hijo, que solo lleva la voz de su madre, donde esté ,donde se lo necesita, nunca fue, ni será de otra manera.
El sendero espiritual es individual, impostergable, inviolable, inalterable y nadie lo puede delegar, es indelegable; así es como la vida espiritual se simplifica en cada ser en sí mismo, no necesita buscar a nadie, no tiene que esperar de nadie, debe continuar una experiencia única.
En estos tiempos donde la soledad en el ser parece aturdirlo, parece borrarlo, negarlo de su existencia, solo allí es donde debe escuchar y buscar a lo Femenino Sagrado, que es el único amor verdadero que debe sentirse, vivirse, entonces el ser encontrara en esa aparente soledad, un solo nombre , una sola idea, una sola posibilidad.
Hoy más que nunca, la jerarquización de un alma en esta experiencia humano – divina, se da por presencia, ya no hay más lógica ni razones, ya ningún alma puede procurarle el alimento espiritual a otra, cada una debe procurar el propio, las almas solo pueden compartir algo de sus experiencias, nadie puede vivir por nadie, es totalmente inútil intentar vivir para otro o por otro, esto es cada vez más evidente y claro. Hoy el alma debe estar atenta y unida solamente a la divinidad, solo así podrá ser útil a las almas.
Hoy se vivenciaran situaciones de ahogo, aunque haya oxigenación plena, situaciones de encierro al aire libre, sensaciones de insatisfacción aunque se tenga todo, por ello es importante vivir el día a día, con el ritmo habitual, pero comprendiendo que el alma es el punto que necesita la divinidad para asistir a la humanidad.
Los protectores de las almas hoy trabajan con una intensidad inimaginable, la plenitud de cada alma es como una llama que cada ser enciende y esta sostenida por su protector”.
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