arte
No hay silencio en el Universo, segunda parte
Disfrute de esta experiencia “musical” escuchando a su Planeta
Comprobada la existencia de una “banda sonora” que surge de las vibraciones de los seres vivos como de los elementos de la Naturaleza, tales como el sonido de las aguas oceánicas en movimientos, la lógica más elemental indica que el espacio exterior no tenía por qué ser silente, oscuro y frío, todo lo contrario, es puro movimiento y siguiendo la elemental ley, luego, hay sonidos.
Habrían de pasar más de dos milenios desde que los filósofos de la naturaleza, en la lejana Grecia enunciaran la “música de las esferas” (Pitágoras) para que la ciencia pudiera comprobar fehacientemente que el espacio está atravesado de sonidos.
La noticia que recorre las Redes en este momento da cuenta de que los astronautas de la misión Apollo X, mientras recorrían el lado oscuro de la Luna donde ninguna transmisión con la Tierra es posible, captaron extraños silbidos; una “música del espacio”, como sentenció uno de ellos.
La conclusión es contundente: desde el fondo marino hasta la inmensidad del espacio, pasando por nuestra naturaleza terrestre, todo vibra en una armonía natural que es posible decodificar en música.
Del mismo modo, en el cerebro humano existen ondas de conciencia que operan en un rango donde únicamente las fibras menores de las neuronas transportan las señales nerviosas. El empeño sería lograr que ambos hemisferios cerebrales se sincronizaran en la frecuencia de 8Hz para trabajar en equilibrio, que es también la frecuencia de repetición de la doble hélice de ADN.
En síntesis, esa sola apreciación dice de que somos parte integrante de un enorme y magnífico Sistema que vibra en octavas recorriendo hasta cinco veces las siete notas de la escala musical.
Disfrute de esta experiencia “musical” escuchando a su Planeta:
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